¿DE DÓNDE VIENE LA CENSURA DE LA INFORMACIÓN EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN?

3 DE MAYO DÍA MUNDIAL DE LA LIBERTAD DE PRENSA

[Según MálagaHoy en el artículo sobre las conferencias celebradas ayer 5 de Mayo con motivo del día mundial de la Libertad de Prensa que se celebró en el Rectorado de la Universidad de Málaga, se puede leer que, según un sondeo de la Cátedra Unesco de la Comunicación advierte la injerencia del entramado de la Administración para progaramar los contenidos informativos y las agendas de los medios de comunicación dejando al interés de los lectores en un segundo plano. El segundo grupo que más presiona, sigue el sondeo, son las grandes superficies, constructoras y promotoras. La presión que ejercen sobre la prensa administraciones y empresas busca impedir la publicación de noticias (76% de los casos), introducir modificaciones en el texto (66,7%) o insertar alguna información que responda a sus objetivos (58,8%).]

[Curioso, respecto a la presentación del contenido de este sondeo dado a conocer en el acto coordinado por la Cátedra Unesco de Comunicación de la Universidad de Málaga y la Asociación Europea de Periodistas y editada por un medio de comunicación (MálagaHoy), resulta conocer que las entidades financieras que históricamente han sido los dueños de las decisiones económicas y que han cobrado un gran peso en las decisiones del poder político en los últimos tiempos se enmascaran en un cuarto lugar según este sondeo; las grandes empresas no aparecen en ningún puesto. ¿Quién está ocultando información en este artículo, el periódico Málaga Hoy o el sondeo de la Cátedra de Unesco de la Comunicación? Veamos]

La prensa escrita, el cine, la televisión, la radio y el último invento, Internet, son medios de comunicación que se utilizaron y se utilizan para apoyar el ejercicio del poder de los grandes grupos antaño políticos y hoy económicos.

Los medios de comunicación deben cumplir con su función básica: describir la realidad social, de tal forma que los ciudadanos puedan estar información del acontecer nacional e internacional de una forma objetiva y rápida. Por su inmediatez se puede interactuar con las personas y a la apelación que el medio hace a sus sentidos.

La libertad de expresión tiene efectos éticos, filosóficos, políticos y económicos positivos, prueba de ello es que los países que en el siglo 20 garantizaron en mayor medida la libertad de expresión, que fueron democráticos, presentaron un mayor crecimiento económico.

Hoy en día ya no es el Estado el que censura o por lo menos, no lo hace mediante la prohibición solapada, sino los propios medios son los que recortan la libertad a sus periodistas para informar y opinar. En otras palabras los gobiernos, los partidos políticos, los empresarios, los propietarios de los medios nacionales e internacionales, los grupos de poder, todos a excepción, claro está, de la gente común, la que consume esos medios de comunicación, tienen un grado de influencia sobre lo que aparece publicado.

La censura de los medios de comunicación, la desinformación, y la manipulación de la información constituyen unas severas violaciones a los derechos humanos y mantienen a los pueblos sumisos y en la pobreza material e intelectual.

De esta situación no pueden dar fe los periodistas que la sufren, precisamente porque si lo dicen se quedan sin trabajo, son asesinados o secuestrados. En dónde está la libertad de expresión, si el periodista no puede decir que sufre censura en su medio precisamente porque ese medio lo censura.

Por eso es importante que todos los ciudadanos razonemos y reflexionemos sobre lo que leemos, escuchamos y vemos, para poder distinguir los verdaderos actos de corrupción en cuanto a la libertad de expresión se refiere.

Las empresas al ser parte del accionarado de los medios privados y los gobiernos al tener medios de comunicación públicos presionan para censurar la información que puede perjudicarle. También la publicidad se convierte en una forma de presión, al retirarla, si el medio perjudica informativamente hablando a la empresa o al gobierno en cuestión.

HOY POR HOY LA MAYORÍA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ESTÁN CENSURADOS POR LOS GOBIERNOS Y LA CLASE POLÍTICA, LAS GRANDES EMPRESAS Y GRUPOS DE PRESIÓN. LOS GRANDES CONGLOMERADOS EMPRESARIALES Y FINANCIEROS INGRESAN EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN PARA CONTROLAR LA INFORMACIÓN QUE LE AFECTA. EN CUANTO A LAS TÁCTICAS DE LAS AMENAZAS DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS EN LA RETIRADA DE LA PUBLICIDAD INSTITUCIONAL ES CONTRARIA A LA LEY DE PUBLICIDAD INSTITUCIONAL EN ESPAÑA.

“La presencia del capital financiero norteamericano en los grandes monopolios españoles es abrumadora. De hecho son los principales accionistas de 6 de las “joyas de la corona” (SCH, BBVA, Endesa, Repsol-YPF, Telefónica y Altadis), mientras ocupan una posición preeminente en muchas más”

La entrada de Antena 3 y Tele 5 el pasado año en el selectivo IBEX-35 –el índice bursátil que agrupa a las mayores 35 empresas españolas por volumen de negocio– es el mejor indicador de la importancia alcanzada por los monopolios de la comunicación en nuestro país en los últimos años. Las participaciones accionariales en ellos muestran como nos encontramos ante verdaderos imperios mediáticos, cuyo alcance va mucho más allá de las televisiones que constituyen el buque insignia de cada uno de ellos.

Las posiciones de control accionarial que mantienen unos pocos núcleos financieros sobre los principales monopolios del país empieza a darnos una idea aproximada acerca de dónde reside el verdadero poder en España. Botín, Francisco González, los March, Abelló, Koplowitz, Del Pino, Entrecanales, Fornesa, Brufau, Valls Taberner,... Una reducida y selecta oligarquía financiera que tiene en sus manos la capacidad de gestionar billones de euros cada año, que encuadra a un auténtico ejército de centenares de miles de trabajadores a su servicio, de cuyas decisiones en uno u otro sentido depende la vida económica del país,... Y sin embargo, la radiografía todavía no está completa. La Caixa, el BBVA o el SCH pueden presumir del poder y la influencia de que disponen en las grandes empresas del IBEX 35 –el selectivo índice de la bolsa española capaz de proporcionar a sus propietarios sólo en 2004 unas plusvalías y beneficios de 3 billones y medio de las antiguas pesetas–, pero su magnitud resulta empequeñecida si la comparamos con el poder de que disponen los fondos de inversión extranjeros. Y en particular Chase Nominees, la filial dedicada al negocio de los fondos de inversión en todo el planeta del banco norteamericano JP Morgan Chase, que aparece como accionista de gran relevancia en al menos 14 de las 35 empresas del Ibex.

Cuatro o cinco grandes fondos norteamericanos (Chase Nominees, Fidelity, Franklin Resources Inc, EC Nominees y State Street Bank & Trust) se reparten la mayoría de todo este control accionarial. Pero de ellos, sin duda el “rey” es el JP Morgan Chase, la megacorporación bancaria resultante de la fusión del banco fundado por John Pierpont Morgan y el de la familia Rockefeller. Su logo aparece repetidamente como primer o segundo accionista en Altadis, BBVA, Endesa, Telefónica, Iberdrola, Indra, Repsol YPF y SCH; ocupando el tercer puesto en el accionariado de Gas Natural, Inditex, Telecinco o ENAGAS. Y hablar del JP Morgan Chase es hablar no sólo de la familia Rockefeller, sino de gigantescos monopolios mundiales como General Electric, Exxon Mobil, la farmacéutica Merck o el grupo mediático de los Hearst (el ciudadano Kane de Orson Welles). Es, en definitiva, hablar de toda una fracción de la clase dominante norteamericana alineada en torno al poder financiero del JP Morgan Chase, enfrentado al otro gigante bancario norteamericano, el Citigroup, de donde ha salido el grueso de cuadros que copan la administración de Bush.

Mientras las burguesías monopolistas europeas tomaron el camino –especialmente tras el ingreso de España en el Mercado Común– de instalar sus multinacionales en nuestro suelo, hacerse con el control de buena parte de la estructura productiva del país y ocupar directamente el mercado, la táctica del capital monopolista norteamericano no por más oculta es menos eficaz. Ellos, simplemente, se dedican a controlar a los que mandan, a mantenerse silenciosamente presentes en lo que constituye los verdaderos núcleos de poder de la oligarquía financiera española.

Cuanto más poder económico mayor influencia en la política del país y en sus medios de comunicación. Hay que recordar que los medios de comunicación se le llama el cuarto poder y hoy por hoy todos los poderes económicos quieren participar en ellos. Con estos antecedentes ¿HAY O NO CENSURA EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN?

Fuente: Individuo, UCE.es, EspiralRadio.org, MálagaHoy.