LAS EMPRESAS PETROLÍFERAS SIGUEN CONTAMINANDO EL MUNDO

GREENPEACE EDUCACIÓN

ENLAZA CON MEDIOS PERIODÍSTICOS DE DIVULGACIÓN DE DOCUMENTOS SECRETOS

martes, 26 de julio de 2011

CARTA ABIERTA A JAVIER MORENO, DIRECTOR DE EL PAIS

Me llamo Juan Gómez-Jurado, soy escritor y periodista. Hasta hoy también era suscriptor de tu periódico.



No es una decisión que me haya gustado tomar. Estoy suscrito a otros tres diarios nacionales. Cada mañana practico el ritual de abrirlos sobre la encimera de la cocina y comparar la manera de presentar las noticias mientras las tostadas se van haciendo y la cafetera se pone en marcha. Es algo que me enseñó mi profesor de Redacción, en la primera clase de mi primer día en la facultad. Lo que entonces era un ejercicio obligatorio se convirtió con el tiempo en una parte de mi, tan necesaria como comer y respirar.



Aunque la literatura me ha llevado por caminos alejados del periodismo de calle, llevo en esta profesión dieciséis años. Conozco sus miserias y sus servidumbres. He acampado en las calles y he visto pasar bolsas de cadáveres. He hecho muchas preguntas que no quería hacer, y me he callado muchas otras que me hubiera gustado lanzar. He cometido muchos errores y he tenido algunos aciertos. Cuando me convertí en columnista y comencé a poner la primera persona del singular en mi trabajo, todo fue aún más difícil. También he visto cómo artículos redactados durante horas, buscando el término justo y preciso, eran arrojados a la papelera por ir contra la línea editorial del diario en el que estaba.

Se bien que vivimos en un mundo imperfecto.



Sin embargo siempre he querido formar parte de él. Tengo 33 años, pero ya he cumplido dos terceras partes del sueño que, aún niño, tenía la primera vez que me gasté 330 pesetas en comprar El Mundo, ABC y El País, queriendo escribir en cada uno de ellos. Hoy debo decir que la tercera parte de ese sueño se ha caído de entre mis ilusiones.



Nunca pensé que vería el día en que me avergonzaría de tener en la mano este periódico, pero hoy ha ocurrido. No entiendo cómo, pero por alguna razón tu criterio periodístico ha considerado más importante la bajada de población en España, y el turismo de sol y playa (por citar dos de las informaciones más pequeñas que hoy habéis llevado a portada) que la manifestación que ayer congregó a miles de personas en el centro de la capital, venidos desde todos los puntos del Estado, para decir que las cosas no están funcionando.



Podría hablarte de cuál es el espíritu detrás del 15M, podría decirte lo cansados que están los españoles de los políticos y de quienes mueven por encima de ellos los hilos del poder. Podría hablarte del hartazgo de incompetencia y despilfarro. De la brecha entre pobres y ricos que día a día se ahonda. De la peste que desprende el cadáver de los corruptos, que contamina los escasos vientos de inocencia y felicidad que soplan en España. Podría decirte que, estés o no de acuerdo con los indignados, ayer no hubo una noticia más importante en nuestro país que el hecho de que la gente respira cambio, pide cambio, exige cambio y camina por el cambio. La misma noticia que estaba ausente de tu portada.



Podría hablarte de todo ello, pero sería inútil, porque todo eso ya lo sabes.



O tal vez no. He intentando preguntártelo en tu cuenta de Twitter, pero no contestas nunca. Es una cuenta de sólo ida, al parecer. Durante el último mes sólo has respondido un tuit, y era de Javier Solana. Curiosamente, alguien poderoso fue el único digno de tu atención.



Me duele aún más tener que escribir esto, porque tu diario siempre se ha portado bien con mi carrera literaria. Porque tengo muchos amigos en Miguel Yuste. Porque durante mucho tiempo admiré esa cabecera. Porque lamento cómo cada día los medios se quejan más de cómo pierden audiencia en detrimento de los blogs e internet.



Me duele pero hoy has hecho más pequeños mis sueños, y tenía que decírtelo.



Un fuerte abrazo,

Juan Gómez-Jurado

 
Fuente: alt1040.com

STIGLITZ EN EL 15M




Fuente: ElPais.com

lunes, 25 de julio de 2011

¿PARA QUÉ SIRVE EL SENADO?

Curioso, pero no había caido en ello! El mundo está lleno de genios. ¿Qué pasaría si en las elecciones para el Gobierno del 2012, al abrir las urnas aparecieran vacíos todos los sobres de los votos para el senado?

La interpretación lógica sería que los españoles ¡¡¡no queremos senadores!!! y por lo tanto desaparecería y nos ahorraríamos el innecesario Senado. ¿Os apuntáis a la idea? ¡¡¡Pues a gozar difundiéndola!!!

Introduzcamos la papeleta del Senado en blanco, así se podrá ELIMINAR EL SENADO. Si no sale ningún nombre elegido, no podrá nombrarse a ningún senador. TENEDLO EN CUENTA . NORUEGA, SUECIA, DINAMARCA, NO TIENEN SENADO, ALEMANIA SOLO 100 SENADORES.

EE.UU. UN SENADOR POR CADA ESTADO. LOS GRANDES TEÓRICOS DEL DERECHO INTERNACIONAL Y CONSTITUCIONAL OPINAN QUE ES UNA CÁMARA INNECESARIA, PRESCINDIBLE Y QUE ESTÁ EN EXTINCIÓN, ¿ENTONCES POR QUÉ TENEMOS QUE MANTENER A 260 SENADORES?

DE ESTA FORMA AHORRAREMOS 3.500 MILLONES DE EUROS CADA AÑO. TAMBIEN ELIMINAR LA PENSIÓN VITALICIA DE TODOS LOS DIPUTADOS, SENADORES Y DEMÁS "PADRES DE LA PATRIA ". REDUCIR el cuerpo diplomático. (No es posible que gastemos en esto más que Alemania y el Reino Unido). Con eso, y con rebajar un 30% las partidas 4, 6 y 7 de los PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO (transferencias a sindicatos, partidos políticos, fundaciones opacas y varios)

se ahorrarían más de 45.000 millones de Euros y no haría falta tocar las pensiones ni los sueldos de los funcionarios, como tampoco haría falta recortar 6.000 millones de Euros en inversión pública. CON LA MITAD DEL DINERO QUE EL ESTADO SE AHORRARÍA CON ESTAS MEDIDAS, SE ACABARÍA LA CRISIS EN ESPAÑA Por el cambio de la ley electoral, y por una democracia participativa de verdad, donde nuestra opinión, la de los ciudadanos, sea lo que gobierne, no una papeleta cada cuatro años y que hagan con ella lo que quieran sin dar cuentas ni explicaciones. Por el cambio de la ley electoral, y por una democracia participativa de verdad ¡ Espabilemos de una vez ! ¡ No sigamos dormidos y aletargados! SI ESTÁS DE ACUERDO, DIFÚNDELO.

Fuente: Post de la plataforma en FaceBook DEMOCRACIA REAL YA

martes, 19 de julio de 2011

LA MARCHA INDIGNADA DE TODA ESPAÑA LLEGA A MADRID EL 23JUL

Desde el pasado mes de junio, un grupo de personas de todas las edades comenzaron un camino de dignidad y transformación social. Salieron desde diferentes puntos de la peninsula para confluir el 23 de julio en Madrid en una gran concentración que continuará con diferentes manifestaciones, acciones, conferencias y debates durante todo el fin de semana y el lunes 25 y martes 26.
 
Las Marchas realizan y comparten asambleas en cada pueblo y en cada barrio por el que discurre. Estas, constituidas como encuentros para el intercambio de ideas y palabras, recogerán las inquietudes, las reivindicaciones, las experiencias y las luchas de todos los pueblos, pues viven unas realidades sensiblemente diferentes a las de las grandes ciudades. Las nuevas conexiones que se establecen con los pueblos y las nuevas vias de trabajo extraidas de una España interior y rural tradicionalmente olvidadas, hacen que este movimiento escuche y luche por todas las personas y se expanda y reproduzca más allá de sus propios horizontes como alternativa real y necesaria a un sistema que antepone el capital a las personas.
 
Hacemos un llamamiento a todos los trabajadores precarios, a todos los afectados por este retroceso impune de los derechos sociales básicos, a todos los que han perdido sus casas, sus empleos y su dignidad, a todos los que han luchado o están luchando por un futuro más digno desde un presente más nuestro, en definitiva, a todos los que reclamamos que nuestra voz sea escuchada y tenida en cuenta.
 
A continuación exponemos el programa oficial de acogida a las marchas en su llegada a Madrid.
 
Sábado 23 de julio
 
Las marchas indignadas llegarán a Madrid a lo largo del día 23 en 5 columnas y serán recibidas por los barrios:
 
* Quienes vienen del Norte, en el parque del Norte (detrás del Hospital La Paz).
* Quienes vienen del Noreste, en el Parque de San Blas.
* Quienes vienen del Este, en Vallecas.
* Quienes vienen del Sur, en Parquesur.
* Quienes vienen del Noroeste, en el Parque del Oeste.
 
Las asambleas de barrio se están organizando para recibir a las personas que vienen andando y atenderles durante todo el día. Por la tarde, estas columnas partirán de cada barrio a la hora necesaria para llegar todas a la vez a la Puerta del Sol a las 21h. Se está preparando una bienvenida en Sol de la que se encargan las comisiones de Acampada Sol.
 
Desde Madrid hemos propuesto distintos lugares que se pueden habilitar para dormir y son las personas que vienen en marcha quienes están decidiendo dónde hacerlo.
 
Domingo 24 de julio
 
* 18.30 Gran manifestación. El recorrido y lema está pendiente de consensuar con todas las marchas. La hora ha sido elegida por las marchas.
 
* Encuentro con todas las rutas: puesta en común de las aventuras vividas.
 
Lunes 25 y martes 26 de julio.
 
Se está organizando un programa de actividades de debate e intercambio de ideas. La idea es consensuar entre todas las personas que vienen a Madrid estos días los objetivos y acciones de las acampadas y el movimiento 15M para el próximo otoño.
 
-- Tunis 15m   Facebook:  
 
Fuente: Rebelion.org

miércoles, 13 de julio de 2011

LA CRISIS DE LA DEUDA EN CINCO PREGUNTAS


1. ¿Qué clase de unión inane tiene Europa cuando es incapaz de solucionar una crisis provocada por el rescate de un país tan pequeño como Grecia, que sólo supone el 2% del PIB europeo?

2. ¿Por qué se ponen condiciones leoninas para el rescate a los ciudadanos griegos (unos 110.000 millones en préstamos) y, sin embargo, fue incondicional el salvavidas lanzado a los banqueros europeos (311.400 millones en inyecciones directas de capital y un total de 3,7 billones de euros sobre la mesa, si contamos también avales, préstamos y otras ayudas)? ¿Por qué no se exigieron “reformas estructurales” al irresponsable sector financiero?

3. Después de casi tres años de sacrificios para “calmar” –sin éxito– a los mercados, ¿qué más pruebas necesitamos de que esta política de la austeridad anoréxica no funciona? Si el problema fundamental es el miedo de los inversores a un impago por la falta de crecimiento, ¿cómo puede ser la solución una política de ajustes que congela el gasto público y, como consecuencia, gripa la recuperación de la economía?

4. ¿Cuántos “lunes negros” más son necesarios para que Angela Merkel afloje la mano y permita a la UE y al Banco Central Europeo hundir a los especuladores? ¿Harán falta dos nuevas Guerras Mundiales y otra gran depresión para recuperar la solidaridad europea?

5. Si, como dice el PP, la solución a la crisis de la deuda es tan simple como adelantar las elecciones y echar al Gobierno, ¿por qué Portugal, que convocó elecciones anticipadas y cambió un gobierno socialista por otro de derechas hace un mes y medio, es hoy un bono basura? ¿También tiene la culpa Zapatero (o Rubalcaba) de la situación de Italia?

Y para celebrar que Teddy Bautista deja la SGAE, el Congreso ha votado justo hoy, por unanimidad, la supresión del canon digital.

Artículo de Ignacio Escolar

Fuente: Rebelion.org

martes, 12 de julio de 2011

LA ESTAFA DE LA DEUDA ¿AÚN NO NOS DAMOS CUENTA?

Auditoria Deuda de España
 
TEMA: NO A LOS RESCATES CON DINERO PÚBLICO DE BANCOS Y EMPRESAS PRIVADAS
ANÁLISIS Y FUNDAMENTACIÓN:
 
La deuda exterior española
 
Según el Banco de España (http://www.bde.es/webbde/es/e​stadis/infoest/a1721.pdf), la deuda exterior bruta –excluyendo las inversiones directas en España– era, a 31/12/2010, de 1,73 billones de euros. Si descontamos las deudas que mantienen empresas, ciudadanos y gobiernos extranjeros con España, la deuda neta asciende –una vez más descontando las inversiones directas– a 994.700 millones de euros. Es decir, que la deuda bruta supone 37.600 euros por cada residente en España y 98.300 euros por cada trabajador. La deuda neta, por su parte, representa 21.600 euros por cada habitante y 56.500 euros por trabajador.



Pero, ¿qué es exactamente esta deuda? Y, más importante aún, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? Y ¿cómo puede gestionarse el problema?.



La composición de la deuda.
 
El cuadro del Banco de España del que se cogen las cifras anteriores no representa en su totalidad stricto sensu deuda tal y como la entiende el ciudadano de a pie, sino los pasivos de la economía española. Incluye, desde luego, préstamos bancarios, pero éstos apenas representan un 11% de la deuda (201.000 millones).
Entre estos pasivos están también las inversiones extranjeras en Bolsa, que suponen 183.000 millones (10%) y que realmente no se pueden considerar deuda. Sin embargo, y ante una situación crítica de nuestra economía, sí que es cierto que estas inversiones, al contrario que las directas (compras de empresas e inmuebles u otras activos físicos), se pueden retirar de forma sumamente rápida. Por lo que sí que consideramos que es correcto incluirlas en la suma total, ya que además sus dividendos terminan en buena medida fuera de España y han sido utilizados por nuestras empresas para financiarse. La partida más abultada la constituyen los bonos, letras y obligaciones, públicos y privados, en manos de extranjeros, que suponen nada menos que 787.000 millones (46%). Aquí se incluyen títulos privados (517.000 millones) y deuda pública (270.000 millones). Esta deuda privada se ha acumulado fundamentalmente a raíz de la formación de nuestra burbuja inmobiliaria y fue el combustible que realmente la impulsó. El aumento fue espectacular, pasando de 18.000 millones en 1999 a 637.000 millones en el otoño de 2007. Incluye fundamentalmente las llamadas titulizaciones, que eran emisiones de bonos y cédulas respaldadas por préstamos –muchas veces hipotecarios– y que se vendían (y siguen vendiendo) en buena medida a fondos y bancos extranjeros. Los depósitos del exterior en bancos y cajas españoles son también sumamente abultados, y tampoco pueden ser considerados estrictamente deuda pero que sí, y aún con más facilidad que las acciones bursátiles, pueden ser retirados en buena medida ante un empeoramiento de la situación de nuestro sector financiero. Y, por supuesto, también generan intereses que terminan o pueden terminar fuera del país. Suponen 512.000 millones (30%). El último medio importante que ha utilizado nuestra economía ha sido el propio Banco de España, que desde el inicio de la crisis ha deteriorado de forma notable su posición frente al Eurosistema. A finales de 2010 era negativa en 51.000 millones (3% del total de la deuda).



¿Por qué hemos llegado hasta aquí?
 
La deuda exterior española representa dos problemas fundamentales. El primero de ellos es la salida continua de dinero en forma de intereses que implica. Si suponemos que el tipo medio pagado actualmente por el conjunto de la deuda ronda el 5%, eso representa sobre la deuda neta unos 50.000 millones de euros de salidas cada año. Equivale al salario de casi 2,5 millones de trabajadores promedio, lo que da una idea de la gravedad de la situación.



El segundo problema es que aproximadamente la mitad de la deuda presenta vencimientos, por lo que hay que renovarla de forma continua. La suma de los vencimientos de deuda pública y privada se aproxima a 200.000 millones por año en 2011 y 2012, a lo que hay que añadir las nuevas emisiones para financiar el déficit público o el déficit de la tarifa eléctrica, con lo que el total en estos dos años se aproximará a los 300.000 millones de euros cada año. El panorama para años sucesivos no es mucho mejor. Si España entrara en una dinámica similar a la de Grecia, Irlanda o Portugal (de lo que no estamos tan lejos), y los inversores extranjeros dejaran de comprar nuestra deuda, la quiebra de España sería casi inmediata.



¿Y en qué se ha empleado esta inmensa deuda? Realmente no es demasiado complicado responder a esto. Por una parte tenemos la deuda pública, que se ha aumentado de forma drástica desde el inicio de la crisis y que se ha utilizado, en parte, para mantener en funcionamiento un sector público cuyos ingresos se han visto fuertemente mermados por la propia crisis, que ha reducido fuertemente el consumo interno (gravado por impuestos indirectos) y la tributación de las rentas del trabajo, por el aumento del desempleo. También ha influido la sistemática reducción de la presión fiscal, sobre todo en impuestos directos (tramos altos del IRPF, Impuesto de Sociedades, Impuesto sobre el Patrimonio) Por otra parte, la deuda también está sirviendo para sufragar una porción importante del fondo de rescate de entidades financieras y bancarias privadas (FROB). Al mismo tiempo, tenemos la deuda exterior privada, que alcanzó máximos justo cuando comenzó la crisis y que desde entonces se ha reducido ligeramente si consideramos sólo los instrumentos de deuda como son préstamos y valores. Esta deuda privada se utilizó básicamente, como ya se ha dicho, para financiar la burbuja inmobiliaria, aunque hasta 2008 los propios impuestos recaudados como fruto de las plusvalías generadas por la burbuja sirvieron para financiar en parte el funcionamiento del sector público. Cuando estas plusvalías se esfumaron fue cuando el sector público tuvo que comenzar a endeudarse de forma drástica.



A raíz de la entrada de España en el euro y hasta finales de 2007 se generó en España una dinámica de crecimiento que estuvo basada en la hipertrofia del sector constructor y que se financió, sobre todo a partir de 2002, a base de endeudamiento exterior. Este crecimiento, a todas luces insostenible, generó una gran cantidad de empleo, pasando de 15 millones al comenzar el año 2000 a 20,5 millones al terminar 2007 (+37%). Paralelamente se produjo el correspondiente aumento del sector público, que pasó en ese mismo período de 2,3 millones de empleados a 2,9 millones (+26%). La inversión en construcción se disparó igualmente tanto en el sector público como en el privado. Sirva como ejemplo que la obra pública pasó de 16.000 millones de euros en 1999 a 39.000 millones en 2008 (+143%) o que el número de visados para vivienda pasó de 515.000 en 1999 a 865.000 en 2006 (+68%).



Puesto que todas estas inversiones se realizaban no en sectores productivos sino en un sector auxiliar como es la construcción, era obvio que jamás lograrían generar ingresos para poder pagar las obligaciones con el exterior en las que se estaba incurriendo. Las razones por las que los poderes públicos (Gobierno) y los reguladores (Banco de España) consintieron que ocurriera tal disparate no son claras, pero lo más probable es que se tratara de una mezcla de ignorancia, exceso de confianza en un sistema que parecía estable y cortoplacismo político.
PROPUESTAS DRY:
 
¿Cómo se puede gestionar el problema de la deuda?
 
Éste es realmente el gran problema al que en estos momentos tenemos que enfrentarnos. El bienestar de los españoles durante los próximos años dependerá en buena medida de cómo se lleve a cabo.
En 1927 Alexander Sack definió la deuda odiosa de esta forma “si un poder despótico incurre en una deuda no por las necesidades o los intereses del Estado sino para otorgar mayor fuerza a su régimen despótico, para reprimir a la población que se le enfrenta, etc., esta deuda es odiosa para la población de todo ese país.”. En numerosas ocasiones desde 1898 se ha invocado este principio para justificar el impago de la deuda. ¿Podría considerarse la deuda española dentro de esta categoría de deuda? Difícilmente, ya que el empleo que se ha hecho de ésta hemos visto que no corresponde en absoluto con esta definición. Pero tampoco significa esto necesariamente que el problema de la deuda exterior no pueda gestionarse de la forma más beneficiosa para la población. Esto, y no otra cosa, es lo que debemos exigir los ciudadanos. La deuda pública con el exterior, que asciende a 270.000 millones, tampoco supone ni mucho menos, y por fortuna para nosotros, más que una pequeña parte del montante total de la deuda. En concreto un 16%, por lo que los intereses de ésta son asumibles.
El problema realmente lo constituye la deuda privada, y es hora de que los ciudadanos españoles le exijamos al Gobierno que gestione este asunto de acuerdo a nuestros intereses y no a los de los acreedores y la banca.
El Gobierno y el Banco de España están permitiendo que:
 
Bancos y Cajas refinancien ad infinitum a promotores, constructores y grandes empresas manifiestamente insolventes con el fin de no tener que provisionar en sus balances los créditos fallidos y las caídas en valor de sus carteras industriales. Esto provoca que los escasos recursos de los que disponemos se dediquen en buena medida a mantener sectores zombis en lugar de dedicarse a financiar las actividades productivas que deberían reactivar nuestra economía.



Bancos y Cajas no valoren a precios de mercado (mark-to-market) sus activos, con lo que igualmente numerosas entidades insolventes se mantienen en funcionamiento.



Se hayan inyectado hasta el 18/2/2011, a través del FROB, 12.536 millones en entidades financieras con problemas y se hayan avalado por parte del Tesoro 53.162 millones de emisiones de entidades financieras privadas, siendo el momntante total de este fondo (150.000 millones de euros) el que ha disparado nuestros niveles de déficit público que ahora intentan recortar con el descenso alarmante del Gasto Público Social.. No estamos en absoluto de acuerdo en que se rescate o avale de esta forma con dinero público a empresas privadas. Las insolvencias en el sector financiero se pueden resolver de otro modo, sobre todo teniendo en cuenta que el volumen de beneficios de este sector privado sigue siendo enorme, aún en el tercer ao de la crisis. Pensamos que los prestamistas cobran un interés por sus préstamos entre otras razones porque corren un riesgo, y que por ello es moralmente justo que si los préstamos se vuelven incobrables o parcialmente incobrables sean ellos los que asuman las pérdidas, y no unos ciudadanos españoles que no tienen nada que ver con todo esto. Somos conscientes de la importancia del sector financiero para la economía (por lo que éste tiene que mantenerse operativo) y de que hay que proteger los intereses de unos ahorradores que tampoco tienen ninguna culpa de esta situación.



Se traspasen activos problemáticos a sociedades controladas directa o indirectamente por las entidades financieras con el fin de ocultar las pérdidas de valor en sus balances.



Las entidades financieras se salten los límites de financiación cuando se trata de colocar sus propios inmuebles, incurriendo con ello en la concesión de préstamos de alto riesgo.



Las entidades financieras no insriban en el Registro de la Propiedad todas las ejecuciones hipotecarias que realizan, con lo que incurren en fraude fiscal al no declarar impuestos como el IBI, al mismo tiempo que falsean sus balances, puesto que la valoración de sus activos inmobiliarios re realiza en base al montante de la hipoteca concedida y no al valor de rescate de la misma, generalmente al 50% por cierto de dicho préstamos hipotecario.
Por todo ello proponemos:
 
El Banco de España intervenga para que se corten radicalmente todas estas prácticas ilegítimas que no hacen sino poner aún en más riesgo al sistema financiero a costa de ganar algo de tiempo y perjudicar a la economía española.



Ya que la aplicación de estas medidas provocará la insolvencia de numerosas entidades financieras, se debe elaborar un plan para gestionarlas sin que ello suponga cargar con el peso de este problema a los contribuyentes españoles. Para ello proponemos que cuando el Banco de España detecte que una entidad financiera es insolvente la intervenga rápidamente mediante el sistema de la creación de dos bancos. Por una parte se creará un “banco malo” en el que se incorporarán los activos problemáticos. Este banco malo entrará en concurso de acreedores y la adjudicación de sus bienes entre éstos deberá resolverse en los juzgados españoles. Además de este “banco malo” se creará un “banco bueno” que se incorporará a una banca pública creada a tal efecto y que incluirá los activos sanos. De este modo se conseguirán tres objetivos. Por una parte el Estado irá creando un instrumento básico para hacer de contrapeso y evitar posibles abusos de los grandes bancos, en segundo lugar se dispondrá de un instrumento básico para controlar que el destino de los préstamos concedidos es acorde a los intereses estratégicos del país y en tercer lugar de esta forma se protegerán los intereses de los ahorradores. Con la creación de una banca pública que compita en el mercado bancario y crediticio con las privadas, ofreciendo mejores condiciones a los ahorradores y demandantes de préstamos, facilitamos, a su vez, el trabajo de la Agencia Tributaria a la hora de combatior el fraude fiscal y la fuga de capitales a paraísos fiscales.



Pensamos que esta forma de gestionar el problema de la deuda es moralmente justo ya que protege a aquéllos que no tienen responsabilidades y carga el grueso de las consecuencias sobre los que corrieron los riesgos, es decir, los prestamistas. También somos conscientes de que muchos prestamistas son españoles, y que ocasionará muchas pérdidas también en éstos, pero consideramos que un sistema justo no debe distinguir entre prestamistas españoles y extranjeros y que debe hacer recaer las pérdidas sobre todos ellos.



Estas propuestas ya han sido puestas en marcha en la crisis Islandesa y fueron refrendadas en referendum por una inmensa mayoría de su población. La convocatoria de un referendum de iguales características en España ayudaría a conocer la opinión de la sociedad en un tema que nos afecta directamente a todos y a todas.
Al mismo tiempo, se debería poner en marcha una comisión independiente que, con ayuda o no de la Fiscalía, evaluase las posibles responsabilidades penales en las que incurrieron tanto los directivos de las entidades bancarias, como los cargos públicos con responsabilidad en la gestación y estallido de la crisis.


Fuente: DEMOCRACIA REAL YA

lunes, 11 de julio de 2011

EL 15 DE OCTUBRE, #GLOBALDEMOCRACY


DEMOCRACIA REAL YA convocará a lxs indignados de España y del mundo el próximo 15 de Octubre a que se unan en una gran manifestación en las ciudades más importantes del mundo.

Fuente: Individuo.

"NUESTRAS MULTINACIONALES" NO NOS REPRESENTAN

“Nuestras empresas”. Durante la última década, hemos visto cómo en infinidad de ocasiones los gobernantes y los medios de comunicación se referían así a las grandes corporaciones españolas: “Nuestras empresas están en América Latina para quedarse, se trata de una apuesta de Estado que no tiene marcha atrás”, decían desde el gobierno de Zapatero hace dos años. De este modo, el discurso oficial insistía en que vivíamos en el mejor de los mundos posibles y, en él, “nuestras multinacionales” eran la principal fuente de riqueza para el país. Por eso, se argumentaba que había que defenderlas costara lo que costara, dando por hecho que su aumento de ingresos era el nuestro, y pareciendo así que todos y todas fuéramos accionistas de dichas compañías.

La crisis, lejos de acabar con esta idea, la ha reforzado aún más: ante la recesión económica que se vive en el Estado español, las multinacionales han decidido volcarse en otros mercados para poder seguir aumentando sus extraordinarios resultados, [1] para lo cual han contado con el apoyo de la acción exterior y las relaciones diplomáticas del ejecutivo español y de la casa real, perpetuando de esta manera el discurso de que los intereses de las empresas españolas coinciden con el interés general de la población.

Hoy, cada vez somos más conscientes de que estas grandes empresas son las que realmente deciden la vida diaria de la ciudadanía, incluso con una enorme capacidad para sostener o hacer caer gobiernos. La realidad se impone: llenamos el depósito del coche en surtidores de Repsol, gestionamos nuestros ahorros en los bancos Santander y BBVA, establecemos nuestras comunicaciones a través de Telefónica, disfrutamos de la electricidad y el agua caliente que nos suministran Gas Natural Fenosa o Iberdrola... Nuestras vidas transcurren bajo sus designios y los grandes partidos políticos, por supuesto, no se sustraen a ellos: son estas mismas corporaciones transnacionales las que sufragan las campañas electorales de los dos partidos mayoritarios, de ahí que, ante las reformas emprendidas por el gobierno, Emilio Botín se haya mostrado “contento de cómo están yendo las cosas” y de la “rapidez de las medidas”, que “son magníficas”, mientras Francisco González aseguraba, por el contrario, que “el pacto social es bueno pero no suficiente. Hay que sacrificarse y hacer del país un país de progreso”, decía el presidente del BBVA, que pedía también “una reforma laboral de verdad”.

Esta simbiosis entre la política y el mundo empresarial se nos ha hecho tan cotidiana que nos resulta familiar, incluso, que el presidente del gobierno, sea del partido que sea, realice muchos viajes al exterior acompañado por los máximos mandatarios de las transnacionales españolas. Y da cierta pereza constatar lo que parece obvio: que la finalidad no es defender un mundo más justo, equitativo y en paz, sino “hacer negocios”. Sólo hay que recordar, como ejemplo, los recientes viajes del presidente del gobierno a Qatar, Emiratos Árabes y China, o cómo José Bono, encabezando la delegación parlamentaria que hace unos meses viajó a Guinea Ecuatorial, le dijo a Teodoro Obiang que “es muchísimo más lo que nos une que lo que nos separa”. Eso por no hablar del apoyo de organizaciones vinculadas al expresidente Aznar a la falange santacruzeña para derrocar al gobierno legítimo de Evo Morales en Bolivia a favor de las transnacionales de los hidrocarburos, así como los abrazos de nuestros gobernantes y grandes empresarios a personajes como Gadafi, Mubarak, Putin y Uribe, sin olvidar el abandono del pueblo saharaui y las alabanzas de la mayoría de la clase política española, empezando por el rey, al dictador de Marruecos.

No puede extrañarnos, en este contexto, que las principales multinacionales españolas le hayan reservado un asiento en sus consejos de administración a aquellos altos representantes de la clase política que, en ejercicio de sus funciones, contribuyeron a adecuarles un marco legislativo apropiado. Así, hemos visto cómo la empresa eléctrica Endesa ha fichado al expresidente Aznar, mientras Gas Natural Fenosa ha hecho lo propio con Felipe González. Se hace realidad el paradigma de las puertas giratorias: los gobernantes que salen del ejecutivo después de cumplir el programa de reformas estructurales y privatizaciones de los servicios públicos para favorecer a las empresas transnacionales, tras haberlas saneado con el dinero de toda la ciudadanía y de defender sus negocios por todo el mundo, son después incorporados, en base a su “buen hacer”, como asesores y consejeros de las grandes compañías.

En un momento de crisis en nuestro país, donde se incrementan sin parar las cifras de paro, los servicios públicos suben sus tarifas y se deterioran día a día, la juventud se ve sin horizonte laboral, la inmigración es perseguida y la gente se queda en la calle por no poder pagar la hipoteca, podemos ver cómo las empresas transnacionales y los grandes ejecutivos aumentan escandalosamente sus beneficios. Las cifras son elocuentes: los altos directivos del Ibex-35 vieron cómo sus sueldos aumentaron en 2010 el 20% respecto al año anterior; los salarios declarados de estos “trabajadores” van desde los 10 millones de euros que ganaron Alfredo Sáenz (Banco Santander) y José Antonio Tazón (Amadeus), hasta los 5,3 millones que obtuvieron Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y Francisco González (BBVA), los 4,5 que ganó Antonio Brufau (Repsol) y los 4 millones que ingresó Emilio Botín. Al mismo tiempo, las empresas del Ibex ganaron un 22% más en 2010, Repsol YPF triplicó sus beneficios por la venta de activos y la subida del crudo, y Telefónica va a recortar el 20% de su plantilla en España tras anunciar que sus beneficios de este año han superado los 10.000 millones de euros y que pagará a sus accionistas un dividendo récord de 7.300 millones. Las cifras son tan elevadas que por obscenas se hacen increíbles.

Las compañías multinacionales también ha creado una provechosa hermandad con la alta jerarquía de la Iglesia católica. “Unos ganan dinero y otros compran el cielo”, que diría el otro: el papa Benedicto XVI recibió en julio del año pasado al arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, acompañado por los representantes de Telefónica, Abengoa, Sacyr Vallehermoso, Iberdrola y los bancos Santander y BBVA, todos ellos miembros de Madrid Vivo, una entidad conformada para financiar la visita del pontífice a España el próximo mes de agosto. Y junto a ello, las grandes corporaciones tienen operaciones en otros “paraísos”: 21 empresas del Ibex disponen de filiales en paraísos fiscales, llevándose la palma el Banco Santander (33 empresas radicadas en esos territorios), seguida por Repsol (13), Gas Natural (8) e Inditex (7).

Con todo ello, asistimos impávidos a un escenario en el que mientras el gobierno estatal y muchos gobiernos autonómicos dicen no tener dinero para fortalecer y ampliar los servicios básicos para la población, fomentar políticas de empleo, impulsar políticas de vivienda o pagar a las pequeñas empresas que están quebrando por impagos, sí lo tienen para inyectarlo a las entidades financieras.

Tras reunirse dos veces en cuatro meses con el ejecutivo español en el Palacio de la Moncloa, junto con el resto de la cúpula empresarial del país, Botín pronosticaba que 2011 “volverá a ser un año excelente”. Pero, seguramente, no entraba en sus planes el que, mediada la primavera, una multitud de hombres y mujeres tomara las calles y las plazas de todo el Estado español con una consigna: “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. Y tampoco imaginaría, suponemos, que él mismo iba a convertirse en el protagonista de muchas de las pancartas y carteles: “Tu botín, mi crisis”; “Lo llaman democracia y es Botín”. Así, con unos niveles de desempleo que no paran de crecer, un gobierno que prioriza los intereses de las grandes empresas sobre los de la ciudadanía y unos empresarios cuyas retribuciones han batido todos los récords en medio de la crisis económica, mucha gente se pregunta en voz alta: excelente, ¿para quién?

El caso es que, tal y como se ha puesto de manifiesto en las movilizaciones del 15-M, hemos de identificar con nombres y apellidos a los que manejan “los mercados”, a esas empresas transnacionales que nos exprimen y no nos dejan vivir, mientras sus altos ejecutivos comen en el Ritz, viajan en jets particulares, envían sus “pequeños salarios” a paraísos fiscales y almacenan más dinero del que podrían contar. Por eso, junto con las denuncias y las acciones frente a una democracia formal que “no nos representa”, vale la pena seguir recalcando la responsabilidad de los grandes empresarios en la creación y gestión de la crisis actual.

En este sentido, continuando con la senda iniciada con las ocupaciones de bancos y sedes de la patronal, así como con las actuaciones para parar los desahucios de aquellas personas que no pueden pagar la hipoteca, proponemos que nosotros y nosotras, ciudadanos y ciudadanas de a pie, convoquemos a la vuelta del verano una jornada de protesta contra las mayores multinacionales españolas. De este modo, proponemos realizar en todas las ciudades tres marchas: una sobre la sede de Telefónica, otra sobre la de Repsol y otra que llegue hasta la del Banco Santander, [2] movilizaciones con las que podamos seguir señalando que “nuestras multinacionales” y los gobiernos que las amparan no nos representan.

Luis Nieto Pereira y Pedro Ramiro son miembros de la Asociación Paz con Dignidad y del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL).


Fuente: Rebelion.org